Publicado en "mt MOTOcompetición", revista digital de motociclismo
Actualizado: 8 jul 2019
Los 20 Mares de Jah
David Hernández/MotocompeticiónMiércoles, 9 octubre 2013
Una gran aventura, un gran viaje por los 20 Mares de Europa. Una piloto, Jah. Una BMW 800 GS Adventure. 16 países. 20 mares. 24.638 km y alguno más.
“20Mares" no fue premeditado ni pensado, surgió como surge todo en mi vida, de la casualidad, del ímpetu, de las ganas de lo nuevo lo diferente.
Cuando Carlos me propuso rodar este verano en busca del ying y el yang de los mares, el mar Negro y el mar Blanco, abrió la caja de Pandora, despertó nuevamente al Walkiria que llevo dentro. Entrar en aquella web, la lista de los 20 mares europeos y tomar la decisión de recorrerlos todos fue cosa de pocos segundos, no dejé lugar a las dudas de dinero o tiempo, simplemente dije que lo haría.
El resto fue surgiendo después de aquella tarde, cuando le dije a mi familia BMW Autosa que haría 20Mares. Los patrocinadores, un mundo desconocido para mi, fueron llegando a formar parte del proyecto, unos llamaron a mi puerta, otros entraron por las redes sociales, amigos, conocidos que sin dudarlo creyeron desde el principio en las ganas, el compromiso y posterior éxito.
Una idea original, una temeridad…hubo y hay opiniones para todos los gustos. Yo me quedo con la idea de una aventura en mayúsculas, algo grande, de 24638 km, que supone un pequeñísimo paso adelante en mi mundo.
Esta aventura no se prepara, no lleva reservas de hoteles, no lleva rutas preparadas de forma meticulosa, únicamente he decidido en que población disfrutaré de cada mar.
El mar de mi tierra, el Cantábrico, será un buen comienzo; acantilados y mareas desconcertantes para contrastar con el mar de Alborán en Cabo de Gata, de origen volcánico; o con la albufera del mar Menor.Atravesar la cosmopolita Barcelona para acercarme al Mediterráneo.Quiero ver las casitas de colores en las callejuelas empinadas de Cinque Terre, y como sus pequeños puertos se abren al mar de Liguria; y el Vesubio en todo su esplendor erguido sobre el Tirreno. Degustar los riquísimos Pettoles a orillas del mar Jónico, en Tarento, o escuchar una tarantela en Brindisi, viendo ponerse el sol sobre mar Adriático. Esas piedras tan bien conservadas durante años en Tesalónica, saladas por el mar Egeo. Despertar los sentidos con los olores de los mercados en las calles de Estambul que desembocan al mar de Marmara. Troya y los Castillos de Algodón de Pamukkale camino de Poti para comprobar si el mar Negro lo es tanto como su nombre. Espero encontrar el mar de Azov, en Azov, rojo como la sangre y que Sant Petesburgo me abra las puertas del mar Báltico. Seguir el canal mar Báltico-mar Blanco hasta Belomorks para luego llegar donde se termina la tierra, Nordkkap, y empieza el mar de Barents.
Cruzaré los puentes de las Islas Lofotén para adentrarme en el mar de Noruega. Trolstigen, las iglesias de madera de Heddal y la Ópera de Oslo me quedan de paso hacia Góteburgo, famoso por sus jardines y por sus festivales que alegran las aguas del Mar del Norte.
Tomar el sol en las Islas Frisias, en el mar del mismo nombre. Cruzar el Canal de la Mancha, considerado un mar, desde Calais a Dover para seguir rumbo sur hacia las playas de St. Ives, bañadas por el mar Celta.
Y que mejor final, antes del regreso, que Isle of Skie, en la alta Escocia y el mar de Irlanda.
Cada uno será diferente, tierras, culturas, costumbres, colores olores y sabores que voy a buscar y trasmitir. Un recorrido alrededor del Viejo Continente. Los mares en moto.
La ruta la decidiré cada noche en mi tienda o algún albergue económico. Cada día me comeré los km para empacharme de lo que la barata comida deshidratada, no puede aportar; las sensaciones, los estados de ánimo, las sorpresas…..sin otra compañía que Walkiria y toda la buena gente que me encontraré en el camino y de los que aprenderé, seguro, cosas muy interesantes.
A veces me quedo pensando, mirando a esa BMW, Walkiria, que me hizo pecar de infidelidad para con Tola, mi anterior montura, una BMW GS 800 también, y le pregunto si sabe lo que va a pasar, si tiene idea de lo que nos espera entre mar y mar. Casi la oigo contestar –no te fallaré.”
Tras su vuelta y tras haber completado exitosamente los 20 mares del continente europeo, regresa a casa con el corazón lleno de experiencias vividas y el alma aun más rica si cabe.
Rodó durante 12 horas diarias, comió muy mal, paso calor y mucho frío, durmió poco, pero todo forma parte, de según la protagonista, la experiencia mas bonita que jamás pudo imaginar.
Gentes de todos los lugares, razas y creencias se sorprendían al ver llegar a Walkiria, y aún más cuando tras despojarse del casco observaban con una mezcla de sorpresa y admiración que se trataba de una mujer.
Su curiosidad no tenía límites. ¿Cuánto corre? ¿Cuánto cuesta? ¿De dónde eres? ¿A dónde vas? ¿Sola? Preguntas que gustosamente contestaba una y otra vez para terminar invitándolos a subirse a su BMW 800 GS Adventure a todo el que quisiera; eso les llenaba tanto que entonces eran ellos los que no sabían cómo agradecer tal gesto y esgrimían una enorme sonrisa.
“Cada frontera era el paso hacia lo desconocido, otro idioma, otra moneda…Mi meta era el descubrimiento, y con él, trasmitir y entretener. ¿Ahora qué puedo hacer?
20Mares no ha terminado, sacar lo que llevo dentro para que cada uno de vosotros podáis disfrutar de todos los rincones por los que he pasado, será una labor enriquecedora.
Durante tantos kilómetros las ideas se han ido agolpando bajo el casco dando paso a nuevos proyectos, diferentes, pero tan interesantes como éste.
Juntos abriremos las puertas del mundo para atravesarlas con nuestras motos.
Soñar muy lejano…”
“¿Dormir para soñar? No. Rodar para hacer realidad los sueños.”