En pocas horas... España
Actualizado: 8 jul 2019
Y ese -no se que- sigue revoloteando por mi estómago.
Hoy llegaré a España.
El camino de vuelta que me queda es lo de menos.
Que voy a sentir cuando cruce la frontera? esa pregunta no deja de rondarme la cabeza desde hace días.
El momento de volver estaba asimilado. Hay un trabajo y unas obligaciones. Pero, como enfrentarme nuevamente a todo lo cotidiano?
El ultimo mes he recibido muchas peticiones de que llegase para la #BMW Riders. Muchos amigos de las redes sociales, conocidos... un punto de reunión.


Aunque era muy temprano, vi amanecer en el centro de París, el tráfico era infernal, como en todas las grandes ciudades, pero nada imposible para nosotras.


Supe que me acercaba al Arco de Triunfo cuando en el navegador leí- en la rotonda coja la sexta salida.... solo hay una rotonda en París que tenga mas de seis salidas, la plaza del Arco de Triunfo. Entramos como antaño, por la puerta grande.


Ya había estado muchas veces en París, y creo que esta ha sido la que mas descuidada la he encontrado. no me pareció la ciudad de siempre.
Luego me sentí culpable, tal vez por pensar esto fue por lo que cayó la tromba de agua mas fuerte que había visto nunca. En cinco minutos el agua bajaba a riadas por las calles. Yo permanecía impasible, no me había dado tiempo a ponerme el traje de agua, pero la idea de que era la última jornada quitaba importancia a tener que rodar el resto del día empapada.
No duró mucho.
Pensé en hacer unos kilómetros para secar un poco y después parar para tomar un café bien caliente.
Cuando llegué a la estación de servicio, casi seca, vi que tenía el bolsillo de la chaqueta, en el que siempre llevo la cámara de fotos, lleno de agua. El bolsillo es estanco y aquello parecía una pecera, la cámara estaba allí dentro.
No volvió a funcionar. Suerte que era el último día, de haber sucedido antes me habría obligado a parar para comprar una y hacer otro gasto extraordinario.
Café y a rodar.
Faltaban 100 kilómetros para llegar a Bordeaux cuando comencé a notar algo raro en la moto. Al principio pensé que algún clavo o alambre se había pinchado en la rueda.
Bajé y observé, era la cadena, estaba muy floja y pegaba en el caballete.
El navegador me indicaba que había un concesionario BMW 80 kilómetros mas a delante en Cognac o 21 hacia atrás.
Yo que soy un poco testaruda y lo de ir hacia atrás no le llevo muy bien...hasta Cognac bien despacito y con cuidado.
Los últimos kilómetros se hicieron mas difíciles, en los cambios de velocidad y al acelerar en las salidas de las rotondas hacía un ruido tan fuerte que parecía que se rompería de un momento a otro.

Llegue a BMW Cognac pensando que, por la hora, estaría cerrado, pero no. estaba abierto y no tardaron 15 minutos en estirar la cadena y solucionar el problema.
Ahora si que ya faltaba menos para llegar a España.
A la altura de Pau comenzaba a llover otra vez. No esperé ni un minuto y me paré debajo de un puente en la autopista para poner el traje de agua.
España me recibiría diluviando (risas).
Paré en Laruns, me parece un pueblo muy bonito y me trae muy buenos recuerdos.


El Portalet hasta Formigal me pareció mas largo que nunca.
Ya era de noche y con tanta lluvia no se vería mucho en la grabación, pero así y todo me hacía ilusión dejar inmortalizado el regreso.
No se veía mucha gente por la zona de las carpas, con la noche que hacía no es de extrañar. Mejor pasarla en cualquier cafetería.


Les vi rápidamente. Un camión enorme rotulado y unos currantes incansables...Enduropark Aras Rural.
Roc, Oso, Gosep, Bauman...fueron los primeros abrazos, y que grandes!!!
el mejor recibimiento que podía tener, grandes amigos.
Nos fuimos a descansar, pero, quien quiere descansar? descansar de que? yo me moría de ganas de contar tantas cosas.
A la mañana siguiente me sentí fatal, me faltaba algo, y ahora que...me dije, hoy no habrá kilómetros
por delante, sorpresas a la salida de la curva, gente en las carreteras, en las estaciones de servicio...paisajes desconocidos que despierten mis sentidos.



Mié hacia fuera, la lluvia seguía cayendo con fuerza. Pensé en todos esos riders que me habían dicho que querían verme en Formigal. Se me iluminó la cara y bajé rápidamente a la carpa para no hacerles esperar.




Fue un fin de semana total, a pesar de la lluvia.
Conocí gente estupenda. Gente con la que ya había compartido conversaciones en internet, pero ponerles cara y compartir sonrisas ha sido genial.


He de dar las gracias a #Enduropark Aras Rural por su acogida. Porque, a demás de ser patrocinadores de 20Mares, me han dado algo muy importante, amistad y cariño. Su apoyo antes y durante el viaje ha sido, como todo en ellos, natural y sincero.
Domingo por la tarde.
Hacia Barcelona.