Tanto tiempo sin escribir... pero seguro que muchos estáis al día por las redes sociales.
Las cosas han ido muy deprisa desde Le Petit Dakar, en octubre.
Haber conocido a Pera, Jose Manuel, no se si ha sido un acierto o una venganza (risas), pero se, que se han ido a juntar el hambre con las ganas de comer, profesionalmente hablando.
Con el cuerpo para pocas piedras, me presenté en el Sahara. Y para no haber podido concluirlo le cogí gusto.
A ambos nos pareció bien nuestra forma de trabajar: dedicación casi exclusiva y desinteresada, con miras más a disfrutar que a lucrarse.
Sus conocimientos del Sahara y Marruecos me sorprendieron, siempre dije que los viajes tenían que ser mucho más que rodar.
No habíamos llegado a España y ya estábamos hablando de montar una empresa. Motorcycle-Experiences.
Parece que los viajes a nuestro aire, esas salidas continuas a rodar... se nos quedaban cortas a ambos.
No renunciamos, ni lo haremos nunca, a lanzarnos a pequeñas y grandes aventuras, pronto sabréis de alguna, pero compartir con otras personas la experiencia de viajar en moto nos hace sentir bien.
Decidimos pasar a la acción a pesar de todos los inconvenientes que sabíamos que nos encontraríamos. Hay decenas de empresas de viajes. Cualquier motero se lanza a organizar salidas, pruebas, desafíos, rutas, aventuras... pero estamos seguros de que nosotros gozamos de esa pizca de diferencia que hace que tengamos un mínimo de éxito.
A nosotros nos sale del corazón y no pensamos en nuestro bolsillo.
Yo sigo recorriendo España y más allá de sus fronteras, con el afán de descubrir esos pequeños detalles que gustan.
Son muchos años viajando por Europa en coche y moto. Siempre leyendo y aprendiendo de cada lugar. Siempre preguntando a los lugareños, buscando lo diferente, lo curioso, anécdotito, cultural, histórico... Todo eso que hace que vuelvas una y otra vez para no ver nunca lo mismo.
En 2006 fuimos los primeros españoles, -según nos dijo la guardesa, una señora que pasaba de los 80 años.- en visitar el molino de viento de madera más antiguo de Europa. Se encuentra en Honschoote, fue construido en 1127, se le conoce como el Noordmeulen.
Y de ahí a Beauvais en busca del reloj astronómico que tiene 90.000 piezas...
Podría estar contando sobre esta búsqueda de -algo más- horas y horas, pero prefiero hacerlo tomando un café.
Él, Jose, Pera, como más os guste llamarle, conoce cada piedra y granito de arena de Marruecos y del Sahara.
Ya son 20 años viajando de continuo hasta allí.
Muchos años experimentando la soledad del desierto y la compañía de los grupos organizados.
Aficionado a meterse en todo lugar donde haya un cartel de NO PASAR e investigador de una historia mas y menos lejana, que nos ha tocado compartir años atrás.
Aún me río recordando algunos momentos.
Procuramos que no se nos olvide nada, incitamos a la pregunta y el curioseo para ayudar a que conozcáis y entendáis mejor cada situación.
Buscamos alojamientos cómodos, pero que mantengan el encanto de la cultura local. Alfombras tejidas a mano, mantas de lana, jabones naturales, gastronomía típica...
No habíamos terminado de deshacer las maletas cuando ya las estábamos haciendo otra vez.
Preparar unos viajes bonitos e interesantes requiere tanto como pasar un mes por #Marruecos y #Sahara comprobando que las pistas no hayan sido asfaltadas, o estén cortadas por riadas u obras. También comprobamos el estado del firme de las carreteras para los On.
Hay zonas minadas donde salirse de pista es menos que aconsejable y tomar referencias de way-points y vías alternativas es muy importante.
Jose conoce muy bien estos lugares y me explica como obtuvo toda esa información. Es admirable.
Las rutas, tanto de on como de off, son diseñadas para aprovechar bien el tiempo, disfrutando de la moto y también del entorno. Las combinaciones para hacer esto posible son infinitas, si conoces bien el país.
También buscamos alternativas para recortar las rutas si al final de la jornada algún piloto se encuentra cansado. Y vías de evacuación en caso de lluvias torrenciales o si alguien resulta herido. Todo forma parte de nuestra esmerada programación.
Pasaremos por lugares que muy pocos conocen, y por otros más transitados pero que por su belleza no se puede pasar de largo.
Han sido unos meses duros, de mucho trabajo, que pienso que han merecido la pena.
Ahora solo queda compartirlo. Hacer posible que, simplemente, disfrutéis tanto como nosotros de todo esto.
Me enamoré de esa tierra desde el primer momento; no se si porque me ha puesto las cosas difíciles y me gustan los retos, o porque la paz que trasmite cada una de sus piedras me hace sentir que estoy en casa.
El Sahara, esa seca, calurosa y fría, cambiante y bellísima tierra que me tiene encandilada. Su gente, bereberes hospitalarios con un un sentido del respeto y la educación que sorprende, me invitan a quedarme.
Dentro de unos días volvemos con Le Petit Dakar LE, droga para las venas moteras en OFF.
Síguenos!!!